martes, 8 de julio de 2008

The sun also rises

Creo que nunca había visto a tanta gente tratando de emular a Hemingway. Cada día llegan más y más turistas de todas partes del mundo, aunque la gran mayoría de Australia y la usa. Llegan con ganas de destruir, de destruirse, de vivir en carne propia lo que debe ser una de las mejores fiestas del mundo, tanto por su intensidad como por su duración. Días locos, días sucios, días inolvidables. Alcohol, drogas, basura... y por supuesto, tradición. Todo esto en medio de una ciudad que en su cotidianidad se caracteriza por estar dividida entre un Opus Dei que maneja la ciudad y la determina y una minoría que se resiste, caracterizada por querer ser más vascos que navarros y más de izquierdas que de derechas, pero que al final terminan siendo sólo nacionalistas. Y en medio de todo esto llega la gran fiesta de España, o como dicen en los diarios cada día, la fiesta más famosa del mundo, y la verdad es que en esta ocasión los medios pueden estar diciendo la verdad.